En los últimos 40 años, las poblaciones de esturión se redujeron 90% y en esta zona del río Volga sólo sobreviven dos especies, cuyos ejemplares distan de tener la salud de antaño.
“En los buenos tiempos solíamos capturar esturiones de 40, 50, hasta 60 kilogramos”, comentó Pavel Syzranov, director de Pesca de Kolchoz Lenin-
Por esta razón, Rusia ha emprendido acciones para rescatar a esta especie. La policía rivereña, busca detener a los pequeños recolectores.
“Denme un trabajo, aquí nadie tiene trabajo, no hay grandes empresas aquí”, dijo un detenido por pesca clandestina.
Las autoridades reconocen que estas prácticas clandestinas se han incrementado debido a que cada vez son más limitadas las cuotas de captura de los esturiones, y se destinan principalmente al mercado interno. La pobreza que existe en la región asimismo es un factor importante.
El hecho es que ahora se encuentra en riesgo una especie que ha existido en el planeta por más de 250 millones de años.
“El mal manejo ecológico y las cuotas limitadas de capturas obligan a las personas a buscar otras formas de ganarse la vida”, expresó Andrei Vodopyanov, de la Agencia Rusa de Protección a la Pesca.
En centros de investigación también se desarrollan estrategias para mejorar las probabilidades de reproducción de estos organismos.
“Si le podemos tener en condiciones óptimas y no se le captura en determinados periodos, entonces desaparece notablemente el riesgo, hay posibilidades de salvar a este animal”, manifestó Raisa Khodorevskaya, del Instituto de Investigación Científica en Pesca del Mar Caspio.
Sin embargo, los expertos advierten que estas técnicas de poco servirán en tanto no se incorporen a un programa regional de rescate del esturión, por parte de las naciones que albergan importantes poblaciones, como Azerbaiyán, Kazajistán, Turkmenistán e Irán. Por Rafael H. Guadarrama.